Por Ricardo Chang.
El buen político aporta, no divide, el buen político trasciende. Acaso el buen empresario hace su trabajo de generar riqueza para su propia empresa o riqueza para su país, a través de la generación de empleos, tecnología, alianzas, dividendos sociales con responsabilidad social.
Ha llamado mucho la atención en estas horas previas que los invitados del Sr. Donald Trump, para su toma de protesta, los de nuestra región, son mayoría empresarios y Jefes de Estado, señalando que México muchos empresarios y pocos funcionarios.
Parece que el mensaje del tan llamado Gabinete de Empresarios del financiero Donald Trump, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, este dando claros recomendaciones previas a su llegada y ya en su recinto estén hilando las nuevas relaciones diplomáticas con el mundo.
Este ejercicio de análisis y perspectivas estará lleno de letras, así como números, siendo tan simple los mensajes, ciertas exclusividades a medios de comunicación o estrictamente por una actuación de empresarios, entonces se deriva la pregunta: ¿qué parte de lo que se hace o hará ayudará a los políticos tomadores de decisiones para avanzar en las comunicaciones oficiales?
Además, deben tomar en cuenta el majestuoso papel de las redes sociales, porque hay ya una plena aceptación y usuarios en todos los niveles socioeconómicos, así que no puede ver errores en las recomendaciones para tratar de convencer a los ciudadanos, o en este caso a los mismos empresarios, que se están moviendo, ¿cuál es el mensaje que desean enviar?
Una característica de lo innovador en política y que los empresarios están empezando a usar es el poco mensaje escrito y mucha fotografía. Hoy, parece que el inquilino de la Casa Blanca mueve piezas con sus vecinos más cercanos, pero con una característica muy peculiar, ¿son los empresarios de su Gabinete en movimiento o son los otros quienes los buscan a ellos para contribuir a la nueva diplomacia de Estados Unidos?
Entonces será ese un incentivo del Sr. Donald Trump, tras el anuncio también que tiene contemplado visitar China, en sus primeros 100 días como gobernante, en un afán de poner o consensar en tierra asiática las nuevas relaciones entre ambas naciones, en lo comercial y financiero, ¿será acaso lo mismo que se ha visto en los primeros contactos con México?
Lo mismo pasara con Cuba, en un claroscuro de mejorar las relaciones con la isla. O seguirá el mismo ritmo gubernamental que las anteriores administraciones, por ahora un contrapeso real para el Sr. Trump es la nueva reconfiguración de los miembros adherentes de los BRICS, cual Cuba, ya es miembro, los mismos BRICS en horas recientes hicieron anuncios colectivos de fortalecimiento regional, así mismo, todo previo a la entrada de la nueva administración de Estados Unidos.
El mensaje confunde o es claro, ¿habra cambios de interlocutores o simplemente es con el afán de ayudar a canjes de los funcionarios en los gabinetes de los gobiernos de la región?
