*Ricardo Chang.
El reciente acontecimiento político de América Latina después del triunfo de Gustavo Petro en Colombia, es sin duda, la llegada de Chen Xi, como el primer Embajador chino en Nicaragua, quien por cierto, en su última misión diplomática en Cuba, fue condecorado con la medalla de la Amistad en la Habana, político formado en las filas del Partido Comunista Chino, amplio conocedor del socialismo e izquierda en nuestra región, del que su experiencia ayudará a generar el ecosistema oportuno de las relaciones de amistad entre Beijing y Managua.
Por supuesto, el distanciamiento geográfico con China, no será barrera para empezar a tejer las relaciones con Nicaragua, ya que parte en la agenda bilateral será muy importante la facilidad de visas, negocios, proyectos de infraestructura, turismo, salud, la promoción de los Institutos Confucio, así como las comunicaciones oportunas entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN con el Partido Comunista de China.
Por lo anterior, también será de suma importancia para China, el trabajar con los países vecinos de Nicaragua, quienes juntos tendrán la posibilidad de elevar los mecanismos de entendimientos y comunicaciones con Costa Rica, Honduras, El Salvador y Panamá. Aunque México está un poco apartado, al igual que Panamá, Colombia y Venezuela, también son parte de la nueva agenda.

Apostaría que el Embajador Chen Xi, va generar los mejores alcances entre ambos países, con la visión de que la amistad es fundamental, bajo el cobijo de la cultura de la cooperación mutua, sin olvidarse de los intercambios académicos y hacia la inserción de Nicaragua en la Franja y Ruta de Seda versión Latinoamericana, además de reiterar en el desarrollo de fuertes lazos de amistad entre los partidos políticos en el poder.
No olvidemos que la reciprocidad es parte de la solidaridad fraterna, será importante observar la reagrupación de los chinos de ultramar, ya que ellos tomarán relevancia en las actividades culturales chinas y eventos que van a marcar el arranque de un fortalecido aprecio como lo es la celebración del Año Chino Lunar, de enorme significado de convivencia social y profundizar los lazos comerciales, tanto, que se debería lograr un fructífero Tratado de Libre Comercio en mediano plazo.
Una vez que la pandemia nos lo permita, retomar en la región e integrar a Nicaragua en las visitas reciprocas de los gobiernos municipales, provinciales y representaciones legislativas, a razón de que nos descubramos más y no atorarnos en el fango de las distracciones de otros países, cuales buscan integración regional, pero a decisión de interés plenamente financieros que sólo crean divisiones.
De Nicaragua se puede decir muchas cosas, pero serán las acciones las que van definir su caminar, con una visión de sumar y no restar. China, sin dudarlo, hará lo posible para que el espíritu del aprecio esté siempre presente, el convivir en paz y armonía, propagando el alto valor agregado de su política exterior, cual es: no intervenir en asuntos de otros países.
*Enlace Legislativo y Gubernamental de
Comunidad China en México, América Latina y el Caribe.